TRANSLATOR

HENRY FORD, LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, EL “OSCAR II”: UN BARCO DE LA PAZ Y UNA PASIÓN QUIJOTESCA

Cuando en 1915 se rompían todos los cabos que pudieran sujetar el monstruo de la Primera Guerra Mundial, un hombre, un idealista, un, tal vez, ingenuo, surgió con ímpetu para evitar el gran desastre que la desatada contienda iba a ocasionar. Su gesto estuvo inspirado en un proceso anterior relacionado con el Congreso Internacional de la Mujer en donde se sentaban las bases para, a través de los países neutrales, conseguir convencer a los beligerantes induciéndoles a la paz. La falta de fondos impidió llevar a cabo este proyecto. Y aquí entran en juego Ford y su esposa Clara, obsesionados con acabar con la guerra. La meta de la expedición de la Paz de Henry Ford fue llamar a una conferencia de delegados de países no combatientes durante la Primera Guerra Mundial y que pusiera fin a una previsible gran masacre.  Para esta empresa, Ford, no contó con la ayuda presidencial, Wilson, con buenas palabras no lo apoyó, motivo por lo cual nuestro  magnate lanzó un pensamiento en voz alta afirmando que el presidente era un enano, un “pequeño hombre”. Por tanto, sin ayudas estatales, aunque sí con el apoyo de otros idealistas pacifistas que se unieron a él convencidos de que darían al traste con el infierno latente, y su lema  “Out of the trenches by Christmas, never to go back”, decidió fletar un buque de pasaje, por unos 500.000$, el “Oscar II”, un buque construido en Glasgow el año 1901 para la Scandinavian America Line, cuyas características eran: Eslora 152,6 m. Manga 17,76 m. Puntal 8,9 m. 


"Oscar II"  Barco de la Paz de salida de Nueva York el 4 de diciembre, 1915 (Wikipedia)

El barco, al mando del Capitán GW.Hempel, partió rumbo a Christiania, el actual Oslo, en medio de ovaciones y burlas, desde Hoboken, N.Jersey, el día 5 de Diciembre de 1915, con 121 personas, entre los que se encontraban reporteros y tres bisnietos del cofundador del periódico “Chicago Tribune” Willian Bross. Ford invitó al Thomas Edinson y a su esposa a este viaje pero el gran inventor rechazó la invitación y se limitó a desear un buen viaje desde la cubierta del buque. También invitó a personajes destacados de la vida y la sociedad norteamericana, pero hubo escusas y negativas a diestro y siniestro. 

La sátira a Ford. De Wikipedia


 Arribaron el día 18 con temperaturas gélidas en todos los sentidos: Frio recibimiento y frío medioambiental. Como ”…  un rayo de comedia trágica en medio del horror universal.” se lo definió.




El gran magnate del motor demostró una moral a prueba de bombas, soportó burlas, insultos como payaso, críticas, e incluso al barco se le llamó “nave de los locos”. A bordo, y durante la travesía, hubo intrigas, enfrentamientos dialécticos entre periodistas y pacifistas. Pero también hubo anécdotas curiosas propias de los que apenas conocían el medio marítimo: Cuando vieron revolotear algunas aves sobre el buque confundieron las gaviotas con palomas y como consecuencia lo consideraron como un buen augurio al ser estas las mensajeras de la paz. Sin embargo nuestro hombre tuvo la desgracia de caer enfermo de gripe a bordo y como consecuencia regresó a su casa en un buque de pasaje noruego desde Estocolmo.



A pesar de la críticas Ford tuvo apoyos y reconocimiento: “… al menos lo ha intentado…” se dijo.El diario “El Paso Morning” en su edición de 20 de diciembre de 1915 escribe:“La expedición llegó a Cristianía con los miembros pacifistas en estado de opstimismo esperando sembrar la semilla de la paz en todos los pueblos neutrales”.Cuando llegó a Europa, Ford declaró: “Todas las naciones del mundo verán pronto a los peregrinos pacifistas americanos tomar la iniciativa en hacer cesar la peor guerra que el mundo ha visto. El desembarco de la expedición de paz en Europa será anotado como uno de los actos más benévolos que haya hecho jamás la república americana”. Sin embargo los hechos no se desarrollaron en concordancia con el optimismo del magnate.




Pero hay algo en toda esta historia que tal vez Ford no tuvo en cuenta: Los EEUU estaban en buena posición para el negocio armamentista, la Primera Guerra Mundial se lo puso en bandeja y la ocasión no se podía desaprovechar. Nuestro buen hombre aparece en mal momento, ajeno, tal vez, a aquel movimiento propone una expedición de paz para generar publicidad y apoyo contra una guerra imparable. Es así como se le ridiculiza y se le tacha de Quijote. Sus enemigos eran demasiado poderosos y al final EEUU entró en guerra en 1917 después del hundimiento del “Lusitania”. Y, como no podía ser de otra forma, las fábricas de Ford se transformaron para producir munición.


Oscar II Barco de la Paz con el capitán. GW Hempel y Henry Ford (de Wikipedia)


Fuentes: Winston-Salem Journal.; Norway Heritage; Wikipedia