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LO QUE NUNCA DEBIÓ OCURRIR "PRESTIGE"

Estás en casa,te asomas a la radio, a la TV, el periódico etc, y un día si y otro también encuentras opiniones de todos los colores sobre el bendito tema. La gente escarba y opina, todos opinan, hasta ese estúpido tertuliano al que, maldita sea la hora, escuché, en 13TV, decir que Mangouras podía haber estado borracho aquel día. Muchos pecan de atrevimiento, se dejan caer para salir, dando espectáculo y así decir:” eso lo dije yo…”, valientes cretinos. Yo hoy voy a arriesgarme, como Capitán de la Marina Mercante con muchos años en petroleros y estamentos vinculados a su actividad que fui, me dejaré caer también y empezaré manifestando que una de las causas que produjeron el desastre fue afrontarlo con postulados netamente políticos, esta politización produjo agitación, la agitación desidia en la solución del conflicto, haciéndose abstracción de que lo que allí se producía era un riesgo evidente de un desastre marítimo de incalculables consecuencias medioambientales. Por esta razón desde las áreas gubernamentales se incurrió en la enorme torpeza de permitir la entrada en aquel escenario a un sinfín de estamentos variopintos con capacidad de injerencia negativa. Demasiados para dar órdenes y detrás un desastre anunciado. No los voy a enumerar pero lo que sí es cierto es que así no se coordina una emergencia, sea del tipo que sea, porque el escenario se convierte en un auténtico caos. Los de arriba, los británicos, nos dan lecciones, ya nos las dieron cuando el accidente del portaconenedores “MSC NAPOLI” y otros mas. ¿Qué tiene el Reino Unido que no tengan Francia o España? Pues nada menos que un sistema de adopción de decisiones adecuado a las características propias de lo marítimo. Creado a partir de las sugerencias de un famoso informe de Lord Donaldson sobre salvamento y seguridad marítima de 1999. El representante especial del Secretary of State (SOSREP) tiene el mando, control y decisión única en los casos de emergencia marítima, y está blindado contra cualquier injerencia del Gobierno, política o localista. Para bien o para mal, él decide lo que hay que hacer, sin escuchar otros criterios que los de su equipo técnico y los que él mismo recabe. Aquí no, aquí, como ocurre con otras áreas, se atomiza, no se integra y ese es el resultado. Políticamente el gobierno buscó salidas para lavar la cara, intentó condenar al Capitán Mangouras, al Jefe de Máquinas y… ¿por qué no al Primer Oficial? (los tres tuvieron el arrojo de quedarse a bordo para intentar encontrar una solución). Lo inetentó para ejercer la acción sobre “alguien tangible”, ya que los otros soportes no eran accesibles (¿donde la responsabilidad civil?) una pantomima para aparecer ente el público como el que lo intentó todo y… en ciertos aspectos fracasó. Así ocurrió con la sociedad clasificadora del barco, la “Américan Bureau Shipping”. El Gobierno, aún sabiendo de las remotas posibilidades que tenía de prosperar, intentó conseguir de esta sociedad una parte de la indemnización, pero los tribunales de EEUU se escoraron hacia esta porque, sencillamente, las sociedades de clasificación no responden contractualmente contra terceros al no existir el “Duty of Care”. Esta broma le costó a Sasemar, porque de su presupuesto salieron los fondos, mas de 20 millones de € para el bufete de abogados “Holland and Knight” y más de seis para gastos de pruebas periciales y otros. Uno de los pleitos mas caros del contencioso marítimo. “Gastos políticos” para una gestión de la que no creo se haya sacado algo en claro, porque dudo que si se produjera otro accidente de características parecidas los procedimientos, los protocolos de actuación, no serían los mismos. Me sigo preguntando por las áreas-refugio, mucho se habló de ellas, de su ubicación, de sus infraestructuras, creo que todo fue en caliente, como lo del barco. Ahora se ha vuelto a encender la mecha, pero no pasará mucho tiempo para que, una vez consumida, este país vuelva a ser el mismo de secano que fue desde la eternidad y los temas marítimos solo se mencionen cuando los que no saben vuelvan a opinar, como ocurre con el “Prestige”. Que así no sea.
PRESTIGE el viaje a ninguna parte from Apablo Nicasso on Vimeo.


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