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Recuerdo que cuando navegaba siempre le exigia al alumno que estaba conmigo en la guardia el uso del sextante, bien fuera la primera recta de la mañana, meridiana o triangulo de posición al atardecer y siempre había reticencias. A bordo de muchos barcos ya teníamos algún Magnavox, Loran, Decca y Omega, tambien sistema integrado de navegación, es decir motivos para relajarse. No obstante a mi me gustaban las rectas de altura. En cierta ocasión navegando rumbo a SC de Tenerife con 170.000 tons de crudo a bordo, a la altura de las Malvinas, más o menos, tuvimos problemas con la corriente eléctrica, algo de ciclos quiero recordar, aquello nos dejó fuera de combate todo lo que de electrónico había en el puente, que era mucho. Conclusión a navegar como Colón en un buque con todos los adelantos tecnológicos. Y así, con rumbos de aguja, correcciones totales, meridianas, bisectrices y demás inventos llegamos sin novedad. Ningún mérito, está claro, éramos marinos, éramos profesionales, pero mi gran duda salta si ahora, tal y como están los sistemas de navegación no se ocasionaría algún serio dilema si se presentara una ocasión como la aquí descrita. Yo no lo hice, pero navegué con gente que hizo recaladas a puerto con la ayuda del sextante
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